Jazmín Velandia
RELATO
RETRATO
RECUERDO
BIOGRAFÍA
INICIO
Mi abuela murió en esta cama. Cama por la que también paso mi abuelo. Ahora siendo yo la que pasa noches en vela sobre ella, me dedico a pensar lo que sería estar postrada en esta cama, reproduciendo a partir de imaginarios el miedo de verse recluido en el propio cuerpo.

El cuerpo, qué curioso es el cuerpo que somos, ¿es el cuerpo lo que nos define? ¿es mi cuerpo lo que soy? ¿fue mi abuela un cuerpo postrado? ¿fue el cuerpo postrado mi abuela? ¿hay alguna esencia insertada en nuestro cuerpo lo que nos hace ser nosotros? ¿estuvo esa esencia atrapada en el cuerpo de mi abuela? de ser así, ésta estuvo viviendo un purgatorio (1) al verse atada a una cama por no tener control sobre su cuerpo.

A veces mi cuerpo no se mueve, a veces mi esencia se ve espantosamente recluida en la imposibilidad de levantarme de la cama, es como si mi carne se transformara en una masa informe que se desborda desde mis huesos… ¿mi esencia? ¿tengo una esencia?


PURGATORIO

(1) Un purgatorio, sí, porque mi mamá dice -desde su creencia católica- que la enfermedad purga el alma; el precio del cielo para mi abuela fueron 10 años de su vida postrada en una cama.